Por Esther Maldonado – Tu Fiesta Radio 95.7 FM

WASHINGTON — Decenas de periodistas que cubren el Pentágono entregaron sus credenciales y abandonaron sus oficinas este miércoles como acto de protesta ante las nuevas reglas impuestas por el Departamento de Defensa. Las normas, implementadas bajo la autoridad del secretario de Defensa Pete Hegseth y con el respaldo del presidente Donald Trump, exigen que los reporteros firmen un acuerdo en el que reconocen que podrían perder su acceso si publican o solicitan información no aprobada previamente por el propio Hegseth, incluso si no se trata de datos clasificados.

El gobierno argumentó que las reglas buscan mantener “orden y responsabilidad” en el flujo de información militar, pero los medios y defensores de la libertad de prensa consideran que se trata de un intento de censura y de un golpe directo a la transparencia. La comunidad periodística reaccionó de forma inmediata: los principales medios del país, incluidos The New York Times, Associated Press, Reuters, The Washington Post, CNN y Fox News, rechazaron firmar el acuerdo antes del plazo establecido, prefiriendo perder su acceso al edificio que ceder ante lo que calificaron como una violación a la libertad de prensa.

Cuando llegó la hora límite, cerca de las 4:00 p.m., los pasillos del Pentágono se llenaron de cajas y pertenencias. Reporteros que llevaban años trabajando desde el edificio empacaron sus escritorios, recogieron fotografías, documentos y equipos personales, y se retiraron en silencio. Entre ellos estaba Nancy Youssef, experimentada periodista de The Atlantic, quien comentó que aunque fue un momento triste, se sintió orgullosa de la unidad de sus colegas. “Aceptar no pedir información es aceptar no ser periodista”, dijo al salir del edificio.

Según testigos, unos 40 a 50 periodistas entregaron sus credenciales y salieron juntos en un gesto de protesta sin precedentes en la historia moderna del Pentágono. Algunos tomaron fotos del momento, otros se abrazaron, y varios expresaron su preocupación por el futuro del periodismo en temas de defensa y seguridad nacional.

La Asociación de Prensa del Pentágono, que representa a más de un centenar de periodistas, calificó el día como “una jornada oscura para la libertad de prensa”. En su comunicado, afirmó que las nuevas normas “socavan la capacidad del público para recibir información veraz sobre las decisiones del gobierno y los asuntos militares que afectan a la nación y al mundo”.

Las reglas establecen que los reporteros no pueden publicar ninguna información relacionada con operaciones o decisiones del Departamento de Defensa sin aprobación previa, incluso si los datos no son clasificados. Además, cualquier intento de solicitar información a personal militar o civil del Pentágono sin autorización podría resultar en la pérdida inmediata de credenciales.

El general retirado Jack Keane, analista militar, advirtió que el nuevo protocolo busca controlar la narrativa y “ofrecer la información a cucharadas, bajo un guion gubernamental”. De acuerdo con expertos en comunicación y seguridad, estas medidas podrían reducir drásticamente el flujo de información pública sobre conflictos, movimientos militares y políticas de defensa.

A pesar de perder su acceso físico al edificio, los periodistas aseguraron que continuarán cubriendo los temas del Pentágono desde fuera, mediante fuentes, entrevistas, correos y reportes externos. Varios medios ya han establecido equipos alternativos para mantener la cobertura de asuntos de defensa y seguridad nacional.

Este episodio marca un punto crítico en la relación entre la prensa y el gobierno federal. Para muchos observadores, el retiro masivo de periodistas simboliza una lucha por preservar el derecho constitucional a preguntar, investigar y publicar sin interferencia del poder político.

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