Por Esther Maldonado, Tu Fiesta Radio 95.7 FM

HARTFORD, Connecticut — El cierre del gobierno federal en Estados Unidos está provocando retrasos que podrían dejar a millones de familias de bajos ingresos sin la ayuda necesaria para calentar sus hogares durante el invierno.

El programa Low Income Home Energy Assistance Program (LIHEAP), con un presupuesto anual de 4,100 millones de dólares, ayuda a más de 5.9 millones de hogares en todo el país a cubrir los costos de calefacción y refrigeración. Sin embargo, la falta de aprobación del presupuesto federal para el año fiscal 2026 mantiene congelada la distribución de fondos hacia los estados, lo que está generando preocupación en comunidades donde las temperaturas ya comienzan a descender.

En estados como Pensilvania, Minnesota, Nueva York y Kansas, las autoridades han confirmado que el dinero federal no llegará a tiempo. En Pensilvania, el gobierno estatal advirtió que no podrá adelantar los más de 200 millones de dólares que esperaba recibir, afectando a unas 300,000 familias que usualmente reciben el beneficio en noviembre. En Minnesota, el Departamento de Comercio informó que los pagos de calefacción no se procesarán hasta que el cierre gubernamental finalice.

En Connecticut, los fondos disponibles podrían cubrir las necesidades de calefacción solo hasta finales de noviembre o diciembre. Ante el panorama incierto, legisladores locales analizan la posibilidad de utilizar reservas estatales para evitar que miles de familias queden sin servicio.

Creado en 1981, LIHEAP ha contado históricamente con apoyo bipartidista en el Congreso. El programa distribuye dinero a los estados según factores como el clima, el costo de la energía y el número de residentes de bajos ingresos. Pero esta vez, el cierre federal ha paralizado completamente la asignación, dejando a las agencias estatales sin recursos para procesar solicitudes ni pagar facturas.

La situación es más crítica para quienes dependen de combustibles entregados a domicilio, como aceite de calefacción, queroseno o propano, especialmente en el noreste del país. A diferencia de las compañías eléctricas o de gas natural —que pueden recibir órdenes estatales para no desconectar a los clientes— los pequeños distribuidores de combustible no están obligados a mantener el suministro sin garantía de pago.

De acuerdo con organizaciones comunitarias, más de 100,000 hogares en Connecticut fueron beneficiados por este programa el año pasado, y si el cierre continúa, muchos podrían quedarse sin calefacción en plena temporada de frío.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos reconoció los retrasos, asegurando que los fondos se distribuirán tan pronto como se reabra el gobierno. Sin embargo, expertos advierten que el impacto podría extenderse hasta enero debido a la reducción de personal que administra el programa.

Mientras tanto, familias de todo el país tratan de resistir como pueden, bajando la temperatura de sus calefacciones, usando mantas adicionales y buscando ayuda local para enfrentar los próximos meses de invierno.

5 comentarios

  1. helloI like your writing very so much proportion we keep up a correspondence extra approximately your post on AOL I need an expert in this space to unravel my problem May be that is you Taking a look forward to see you

  2. Thank you I have just been searching for information approximately this topic for a while and yours is the best I have found out so far However what in regards to the bottom line Are you certain concerning the supply

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *